¿Cómo hacemos inteligencia?

¿Qué es seguridad integral?

El gobierno de la Revolución Ciudadana, en el empeño por construir un Estado del Buen Vivir, se ha planteado el objetivo de dar un giro a la doctrina tradicional de seguridad, hacia un nuevo concepto denominado “Seguridad Integral” que se caracteriza por reconocer al ser humano como eje de toda acción estatal. Este nuevo enfoque está basado en la premisa de que la seguridad debe ser analizada integralmente a partir de seis ámbitos: economía y desarrollo humano, gobernabilidad y democracia, medio ambiente y gestión de riesgos, relaciones internacionales y defensa, seguridad y justicia y ciencia y tecnología. La prevención juega entonces un papel fundamental en el esfuerzo por prevenir cualquier riesgo, amenaza o vulnerabilidad que pudiese afectar la seguridad integral del Estado ecuatoriano.

La seguridad tradicionalmente ha sido considerada desde una perspectiva estática: algo que debería ser característico de todos los Estados. Sin embargo, en las últimas décadas una noción de seguridad multidimensional y global  ha emergido como parte de un orden multipolar internacional; el alcance de la seguridad se ha extendido hasta cubrir tanto al público en general como al individuo en particular.

Paralelamente, el concepto de seguridad de igual forma ha sido extendido, desde la seguridad que estaba exclusivamente concentrada en espacios militares, y cercanamente relacionada con la defensa, a concentrarse en ámbitos con igual importancia en otras áreas como la política, la economía, la identidad de la comunidad y el medio ambiente.

En conclusión, la verdadera libertad de acción no es posible sin seguridad integral.

¿Qué es inteligencia?

La INTELIGENCIA es “la actividad de búsqueda y obtención de información que pueda prevenir y alertar sobre cualquier riesgo, amenaza, vulnerabilidad u oportunidad que pueda poner en riesgo la Seguridad Integral de la sociedad o el Estado”.

Históricamente, los organismos de inteligencia ecuatorianos estuvieron circunscritos a los ámbitos militar y policial, orientados por una doctrina de acción en momentos de guerra. Este modelo estuvo alejado de la ciudadanía; la inteligencia se presentaba como una actividad clandestina, “oscura” y asociada a desapariciones, torturas, persecuciones, alineada a la existencia de un Estado Policíaco, de vigilancia y control de las libertades ciudadanas.

Los eventos de Angostura de marzo del 2008, cuando el Ecuador sufrió una vulneración en su soberanía con la incursión militar del ejército colombiano en territorio nacional, propiciaron diferencias diplomáticas entre ambos países y revelaron que funcionarios de inteligencia ecuatorianos de aquella época respondían a intereses extranjeros, en lugar de priorizar la seguridad nacional.

A partir de entonces inicia una revolución en los organismos de inteligencia en nuestro país. Se crea la Secretaría de Inteligencia (SIN), organismo de carácter civil,  que se constituye en el órgano rector del Sistema Nacional de Inteligencia, conformado por los subsistemas de inteligencia militar y policial y otras instituciones relacionadas.

Este proceso propicia un cambio de doctrina, que supera el paradigma del espionaje y apunta a la  preservación de la seguridad ciudadana con un enfoque más humano e integral, sin perder de vista la protección del territorio y la soberanía. Los organismos de inteligencia recopilan información emergente que permite alertar sobre todo tipo de amenazas, como posibles crisis económicas, desastres naturales, incremento de la delincuencia organizada transnacional o cualquier otro factor que potencialmente altere la paz, la soberanía y el orden público. Esta información es procesada y analizada, para finalmente convertirse en inteligencia que permite alertar y prevenir de potenciales amenazas.

El personal de inteligencia

La Secretaría de Inteligencia ha incorporado a su equipo de trabajo a profesionales con altos niveles de formación académica en los más diversos ámbitos, cuya capacitación específica en temas de inteligencia se encuentra en marcha y es prioritaria. El objetivo es contar con un servicio de inteligencia civil propositivo, profesional e innovador articulando, los subsistemas que cuentan con recurso humano con amplia experiencia.

El analista de inteligencia trabaja a partir de información de la más alta calidad en la producción de inteligencia estratégica y proyección de escenarios que puedan afectar la seguridad integral del Estado. Es un especialista en valoración, análisis e interpretación de la información y producción de inteligencia estratégica de Estado. En general, los perfiles profesionales de los analistas están determinados según las áreas estratégicas de los servicios de inteligencia y que forman parte del proceso de producción.

El analista ofrece una variedad de habilidades que incluyen: conocimiento especializado del ámbito en el cual se desarrolla, comprensión de las técnicas analíticas, varios idiomas, plataforma intelectual, una actitud abierta y crítica, creatividad, un alto nivel de redacción y oratoria y, por último y más importante, la habilidad de trabajar en equipo.  Además de un manejo extraordinario de los recursos tecnológicos que son usados en la producción de inteligencia, análisis e interpretación en actividades cotidianas de su trabajo.

Es así que, el analista es considerado un profesional  de muy alto valor dentro del proceso de producción de inteligencia.

Es importante recalcar que este grupo humano está conformado por civiles que se están educando en inteligencia. Es la primera vez en la historia del Ecuador que se legitima una autoridad civil dentro de estas entidades con el objetivo primordial de renovar el concepto y las doctrinas de inteligencia, y para refrescar los procesos de análisis de información y producción de inteligencia para que las respuestas sean preventivas, no reactivas.

Rendición de cuentas

La Secretaría de Inteligencia es una institución pública cuyo objetivo es el de servir al bien común y garantizar la seguridad integral del Estado, es por eso que la rendición de cuentas es una tarea necesaria e ineludible.

El salvaguardar los derechos y las libertades individuales pueden coexistir fácilmente con un servicio de inteligencia técnicamente competente, éticamente responsable y legalmente conformado Aunque sus actividades puedan ser secretas, sus acciones están sujetas al escrutinio de la sociedad. En el Ecuador, con la nueva doctrina, los organismos que conforman el Sistema Nacional de Inteligencia están sujetos a un sistema de rendición de cuentas trimestral ante la Comisión Especializada Permanente de Soberanía, Integración, Relaciones Internacionales y Seguridad de la Asamblea Nacional y ante la Contraloría General del Estado conforme lo establece la Ley de Seguridad Pública y del Estado y su Reglamento, esto con el objetivo de informar al Estado sobre su accionar y el correcto uso de los recursos públicos.

El Sistema de Inteligencia también rinde cuentas a su principal beneficiario: la ciudadanía. En mesas sectoriales, representantes de la población tienen la oportunidad de reunirse con funcionarios, directores y subsecretarios  para conocer el trabajo y los servicios que prestan las diferentes entidades públicas.